Ruiz de Ocaña
fue el mayor terrateniente del Pago del Monte Grande y por sus tierras corría
la "Cañada de Juan Ruiz de Ocaña", hoy arroyo Morón.
Llegó a manos de
su tataranieta Ana María Ruíz de Ocaña (hija de Lázaro Ruíz de Ocaña y Teodora
de la Cruz y Bermúdez) la que casó con el capitán Juan Márquez (hijo del
capitán lusitano Manuel Márquez de Oliveira y de la criolla Leonor Maldonado.
Según relata Hernán Lux-Wurm -"El verdadero origen de los Márquez de San
Isidro…" Jornadas de Historia en Vicente López-Agosto 1991-.
Así se inicia la
"Chacra de los Márquez" del Pago de Monte Grande que no son más que
las tierras De Juan Ruíz de Ocaña llegadas a manos de su tataranieta (Luqui
Lagleyze– "Historia de San Isidro"-Apuntes del curso dictado en la
Casa de Cultura de San Isidro en 1982).
Sigue en poder
de los descendientes de los Márquez y parte de las tierras se venden, en las postrimerías del siglo XIX a Juan y José
Drysdale, fallecidos en 1983 y 1890 respectivamente, abuelo y tío-abuelo de
Adelina M. Drysdale, por quien llevara nombre la Estación Villa Adelina
(Francisco Diurno-"Adelina, la princesa"-Bs. As. 1991).
Emilio Bieckert,
industrial cervecero nacido en Alsacia, compra a los hermanos Drysdale las
tierras que estaban entre las calles Italia (Villa Ballester), Lamadrid/Montes
de Oca (Villa Ballester y Villa Adelina), avenida Bernardo Ader (Villa Adelina
y Boulogne) y Siglo XX/Los Pinos (Según plano de los ingenieros R. E. y E. F.
Ballester en 1915).
Bieckert
denominó a sus tierras "La chacra" y fueron conocidas popularmente
como "La chacra Bieckert".
Aquí aparece la
figura de otro alsaciano –personaje central de ésta historia- Bernardo Ader.
Bernardo Ader
llega a Buenos Aires alrededor de 1860. Joven, de mirada penetrante y
movimientos que trasuntaban gran energía. Era pariente del Barón Emilio
Bieckert -ya citado- quien, en ese año, en el tercer patio de una casa de la
vecindad frente a la Iglesia de Balvanera, se dedicó a la fabricación de
cerveza, como él la concebía y sin más personal que un peón. Dos simples pipas
fueron los primeros recipientes que le sirvieron para fermentar el líquido
(Centenario Bieckert-1860-1960-"Historia de una cerveza centenaria").
Ader frecuentaba
a Bieckert y, como éste, tenía espíritu de empresa. Pero eligió otros rumbos ya
que su campo de acción fueron los negocios inmobiliarios, terreno en el que
logró éxito.
Caso con Elena
Schulze (o Schultze) y tuvieron tres hijos: dos varones (Eduardo y otro cuyo
nombre desconocemos) y una niña, Ana Elena.
La salud de
Eduardo no era buena y los médicos le recetaron "aire de campo". Ader
recordó la chacra de Bieckert en los alrededores de Buenos Aires (Villa Adelina
y Villa Ballester) ya que a la zona se la consideraba "la Córdoba de
Buenos Aires", según rezaron propagandas de remates posteriores. En
realidad es una zona alta y –por entonces- gozaba de una atmósfera muy pura
(que posteriormente se encargaron las industrias de arruinar).
Se presentó
entonces a su pariente y ofreció comprar la chacra. No se sabe realmente la
fecha de la compra, pero en el Expediente 163 de la Municipalidad de Vicente
López, fechado el 19 de agosto de 1907 (Archivo del Instituto de
Investigaciones Históricas) aparece una nota firmada por Bernardo Ader (con
domicilio en Bolívar 189) y por el arquitecto Pedro Jurgensen, en la que se
solicita permiso para "…la ampliación de la casa quinta conocida como
la "chacra Bieckert" que consta de 93,37 m2 de edificación de una
sola planta baja y refección del edificio existente". Acompaña planos
y, a fojas 2, incluye una memoria descriptiva de los trabajos.
Así, en 1907,
las tierras ya eran propiedad de Ader.
Exitoso en sus
negocios -como dijimos- Ader también era filántropo y costeó la construcción del
edificio de una escuela y la iglesia de Villa Ballester.
La actual
avenida Ader -según hipótesis muy posible de Roberto Conde- podía haber sido
por entonces una variante del tramo ya desaparecido del Camino del Fondo de la
Legua (cortado en Vicente López entre H. Yrigoyen y Paraná y sustituído por un
atajo entre Paraná e H. Yrigoyen que lo unía al Camino de las Lomas) (Luqui
Lagleyze-"La Torre de la Independencia"-1991 e "Historia de
Vicente López" Buenos Aires-1989)
Por ello, en la
actual esquina de Bernardo Ader y Montes de Oca se hallaba la entrada al predio
la que cerraba un espléndido portón de hierro forjado.
También en esa
zona estaba el "casco de la chacra".
En 1907 u 8 Ader
se trasladó con su esposa e hijos a la casa de ese "casco".
Parquizó los
alrededores de la misma y pasó allí temporadas magníficas.
Ader deseaba
levantar un verdadero castillo en su quinta y para ello –aprovechando las
cercanías del Centenario de la Independencia decidió comenzar con la torre
mirador que integraría el conjunto.
Se inicia
entonces el expediente 23/16 de la Municipalidad de Vicente López (Archivo del
Instituto de Investigaciones Históricas) en el cual figura una nota firmada por
Steffaneti e hijos en la que se solicita "(sic)…el permiso respectivo
para construir en la propiedad del señor Bernardo Ader una torre mirador"
Si bien anuncia que acompaña planos, estos no se hallan actualmente anexos al
expediente. El domicilio de los constructores es Jorge Newbery 3436 y es curiosa
la forma en que está escrito el apellido Newbery.
De acuerdo a lo
informado por el ingeniero R. Molinari, se aprueba el 3 de julio con la firma
de "Brusco" y otra ilegible.
Ader encarga el
proyecto a los ingenieros civiles Artaza y Marino.
Según el arquitecto
Net (Manuel I. Net-"La Torre de Ader" Proyecto IV-Año 1 N° 3-Abril
1991)"…por la simplicidad de su forma, la planta cuadrada y las paredes
verticales, se aparta de los modelos italianos…" Sin embargo
comúnmente se la define como de "estilo florentino".
Asimila Net a la
Torre con la Giralda, pero aclara "…la torre es bastante más modesta que
la Giralda…es en cambio significativamente más esbelta, la relación del ancho
hasta la base del balcón es 1:6" (La base tiene 6,10 m de lado).
Añade Net que allí
termina la similitud con las torres árabes ya que no pudo escapar a las
influencias estilísticas del momento y a la libertad del
"eclecticismo"
Los revoques
imitación piedra y los ladrillos de máquina le dan aire de construcción inglesa
y cierta reminiscencia con la torre de "Los Ingleses". Critica Net
las escaleras de desarrollo curvo que acceden a la planta.
También
contradice Net los de "50 metros de alto y 274 escalones" y dice que
mide 42,30 y tiene 230 escalones.
La piedra
fundamental de la torre se colocó el 9 de julio y Ader la denominó Torre de la
Independencia a aunque su nombre popular es Torre Ader.
Se ignora cuando
se inauguró pero sí se sabe que Bernardo Ader pronunció una sentida oración
patriótica conmemorando el centenario de la Independencia.
En su frente,
sobre la puerta de hierro forjado campea la leyenda "Mon droite et mon
Dieu" (sic) que invierte la del escudo inglés, no sabemos si por un simple
error del constructor o por juramentos masónicos, logia a la que pertenecía el
propietario.
Ader subió una sola vez a la torre, ya que poco después
enfermó y falleció (calculamos que septuagenario). Así se frustró la concreción
de un sueño: el castillo del cual la torre era una parte.
Se tejieron -y
se tejen- mil versiones, a cual más disparatada, sobre el porqué de su
erección: para ver submarinos alemanes en el río (¿?). para prever malones de
los indios (¡!), por una promesa… Pero nunca se da la más lógica: ¡Porqué se le
dio la gana!, que es el motivo principal de las acciones humanas.
Hasta
aproximadamente 1938 la quinta sufrió pocos fraccionamientos (En V. Ballester,
en parte de Villa Adelina y en Boulogne) pero la torre no se vio involucrada,
como se ve en el plano del remate de Furst Zapiola de 1938 (De los Patos-San
Isidro- a Rafael Obligado-Villa Adelina-). Seguía en poder de los herederos de
Ader. Igual ocurre en el remate de S. E. Astorga de circa 194 (los dos que hemos hallado, uno –Furst- En la
Dirección de Geodesia de la Provincia, y el otro –Astorga- en el archivo del
Instituto de Investigaciones Históricas); en este último la Torre ya figura en
un "rond-point" de 11 metros de diámetro en la intersección de
Triunvirato y Castelli. Y sigue en poder de sus descendientes.
De sus hijos no hubo sucesión. Su hija Ana Elena casó con Grunbaum y tuvo dos hijas: Elvira y Bernardina Grunbaum Ader que casaron con los hermanos Torralba.
Estas últimas
-sus nietas- donan la torre al municipio y el 16 de octubre de 1967 se sanciona
3461 "…aceptando la donación de la fracción de tierra conocida como
Torre Ader (sic) efectuada por doña Elisa G. A. de Torralba y Bernardina G. A.
de Torralba, nietas de Ader"
Se suceden una
serie de proyectos, pero nada se concreta mientras la torre en manos de unos
"caseros" se va deteriorando y los chicos de la vecindad rompen sus
vidrios a pedradas.
Al fin, durante
el gobierno del comisionado coronel Ursini se expide el decreto 250 de la
Municipalidad dispone su restauración ("La Nación" 7 de agosto 1980)
la construcción de sanitarios (ya que carecía de ellos) y la designa como sede
del Instituto de Investigaciones Históricas local.
La restauración
llevó más de un año. Y desde ese año 1980 hasta 1987 el Instituto estuvo
presidido por el licenciado Francisco Romeo Grasso, quien publicó una docena de
Boletines, un libro sobre los nombres de las calles y una historia del
periodismo en V. López, esta última a cargo de María Ligia Vich. Vacante de
1987 a 1990 la Torre volvió a deteriorarse, se rompieron vidrios, el yuyo
invadió el "rond-point" un camión derribó el alambrado y se hizo
cancha de futbol ante la desesperación del personal administrativo a cargo que
nada podía hacer más que pedir ayuda municipal, que no llegaba.
Así en 1990
asumió la presidencia el Dr. Manuel Guillermo León, la asesoría histórica el
Dr. Julio Luqui Lagleyze y la dirección de la Hemeroteca, María Ligia Vich.
Con cooperación
municipal, de Laboratorios Glaxo, del Club de Leones y de la Unión Vecinal se
puso nuevo cerco, se repusieron vidrios, se pintó parcialmente, se parquizó el
predio y se colocaron nuevos vidrios.
Las nuevas
autoridades, hasta fines de 1991 (un año y medio de actuación) publicaron 15
boletines mensuales (de marzo a diciembre), 9 cuadernillos de Barrios, dos
cuadernillos sobre nombres antiguos y modernos de calles del partido-ciudad y
una breve historia de Vicente López. Además se enriqueció el archivo y se
intensificó la investigación.
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