domingo, 8 de abril de 2012

Ramón Miranda

Vivió en Villa Adelina a partir de 1948 y hasta el momento de su fallecimiento el 19 de octubre de 2003, en su domicilio de la calle Perito Moreno 2829.

Contrajo matrimonio el 22 de setiembre de 1948 con Rosa López y no tuvo descendencia. Su sobrino José López, nacido en Tucumán en 1946, arribó a Buenos Aires en 1969 y vivió con el historiador hasta el momento de su muerte. Le debemos a López la información biográfica, muchas fotografías de Miranda y recuerdos que nos trasmitió, por todo el tiempo que vivió en su casa. Éste es además el poseedor y custodio de la biblioteca del historiador, que está compuesta por más de tres mil volúmenes, especialmente libros de historia, de filosofía, enciclopedias y otras obras de consulta.

Lo que se hubiera esperado del serio investigador histórico que fue Ramón Miranda, dueño de una formidable formación humanística y una vida dedicada a esas actividades de modo sistemático, en materia de historia, no fueron llevadas al papel. Algunas de sus tantas historias que recogió a lo largo de sus investigaciones se perdieron inexorablemente con su vida. Poseemos varias fotografías, que lo muestran a Miranda, haciendo uso de la palabra ante diferentes públicos y circunstancias, y en ninguna de ellas se lo ve leyendo su discurso o por lo menos anotaciones a modo de guión o ayuda memoria.

En el Correo Argentino, desempeñó la Jefatura de las sucursales de Olivos, Villa Ballester, San Andrés y San Isidro donde se jubiló en 1988.

En cuanto a las instituciones de bien público en las que participó, Miranda fue miembro fundador del Instituto Histórico Municipal de San Isidro (una foto de la fecha de fundación, nos lo muestra acompañado del ex Intendente Municipal Pedro Llorenz, del periodista Juan Santos Paván, de los historiadores: Jorge H. Lima, Hialmar Edmundo Gammalson, Enrique Williams Alzaga, Bernardo Lozier Almazán, hasta hace un año director del Museo, Biblioteca y Archivo Municipal, Carlos Dellepiane Cálcena y Julio Piñeiro Sorondo).

La comisión de 1972, cuando se formó el Instituto Histórico Municipal.


También fue Miembro fundador de la Asociación Histórico Cultural “San Isidro Tradicional”. En la fecha de su fundación el 17 de junio de 1961, fue designado Vocal, al mismo tiempo que Antonio Barciela (que fue colaborador, en varias notas del periódico Prensa Libre).


En diferentes fechas, Ramón Miranda participó de otras Instituciones, como: Asociación Cultural Sanmartiniana de San Andrés; Instituto Belgraniano de la provincia de Buenos Aires; Instituto Güemesiano de la provincia de Salta; Instituto de Investigaciones Históricas del Fondo de la Legua (institución creada por Antonio Barciela); Instituto Browniano; Academia de Historia de Vicente López; Peña Tradicionalista Santos Vega; Asociación Popular Moreniana de San Fernando; Asociación Mundial de Emigrantes y otras.


Sólo pueden recogerse algunas notas periodísticas o reportajes, por ejemplo el que el 3 de noviembre de 1990 le hiciera a Miranda el director del periódico Pueblo chico, el periodista Daniel Vilches, que luego fue reproducido por otro. En las partes esenciales estas notas dicen:


“La historia de Villa Adelina no se remonta a hechos sucedidos en estas últimas décadas. Sino que su origen proviene de acontecimientos que tuvieron su resonancia en los años de 1806, cuando los gauchos chacareros y quinteros se reunieron en estos pagos para enfrentar la invasión inglesa que se había instalado en el puerto de Buenos Aires. Estos hechos son recordados como algunos historiadores los denominan ‘La Rebelión de los agricultores’ o la ‘Sublevación de la campaña’. En el Gobierno de Martín Rodríguez y su secretario, Bernardino Rivadavia, oficializa en la pulpería del pago, la Posta La Adelina, como puesto de correo y parada de carretas. En 1909 se inicia la construcción de la estación del ferrocarril del tren proveniente de Santa Fe y Adelina era la terminal de un ramal que vinculaba a Buenos Aires con todo el centro de la República. Eso da nacimiento a una nueva urbanización, transformando las quintas, viveros y chacras dando origen a los hornos de ladrillos.


Con referencia al nombre de Villa Adelina, quedó fehacientemente documentado (por Ramón Miranda) que el origen de su nombre proviene de la dueña de la quinta y posterior posta, que muchos viejos habitantes del lugar pudieron recordar (al historiador) que enfrente a la actual estación de servicio de la avenida Fondo de la Legua y Luis María Drago y sobre una construcción de la cancha de golf, en ese lugar había un portal que decía: Quinta La Adelina, y no de la hija (sic) del señor Duncan Munro administrador de ferrocarril, llamada Adelina Duncan. El día 2 de mayo se habilita la estación ferroviaria terminal que por los cambios que esto produce y dado el nuevo carácter que toma esta zona, se considera dicha fecha como el de la fundación de Villa Adelina, apareciendo posteriormente a esta fecha los loteos y las urbanizaciones”.

(Primera parte)


Miguel Ángel Lafuente
Secretario de la
Junta de Estudios Históricos
de Villa Adelina y Boulogne.

1 comentario:

  1. La "Posta De Adelina" subsistio hasta alrededor del año 1960. Mi abuela Matilde Hernandez tenia una quinta en la calle Wernicke entre La calandria y Drago (era una vivienda humilde que aun existe). Mi padre cuando visitaba a mi abuela junto a mi tio Alfredo Martinez (hoy ambos fallecidos)solia llevarme y ambos concurrian a esa posta a jugar a las bochas o algun partido de truco, muss, tute o alguno de esos juegos que ya no existen. En ese entonces (la decada del 50)la posta tenia forma de "L", a un costado habia un almacen de ramos generales y al fondo la cancha de bochas y una especie de bar o pulperia. Atras del bar estaba la quinta de Adelina que llegaba hasta la que hoy es Blas Parera, cuando se loteo se abrio lo que hoy es la calle Potosi cortada al fondo por la quinta que se decia era de Rosas. En ese entonces la calla Drago era angosta (apenas una huella sin pavimetar)ya que los pinos que hoy hay en el boulevard estaban dentro del campo Stella Maris.
    En la manzana lindante a la de mi abuela vivia un señor aleman de apellido Badel y en el fondo tenia una torneria de madera en la que fabricaba usillos para hilos (hoy hay un jardin de infantes).

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