Se llamó José Martí entre 1953 y 1956
Fue una de las estaciones rebautizadas
durante el gobierno de Perón. El barrio recuperó su identidad después del golpe
del '55.
Hubo un tiempo en el que Villa Adelina
dejó de ser Villa Adelina. Pasó de un día para el otro, a principios de 1953.
Al pueblo todavía le faltaban muchos años para ser lo que es hoy. Eran sólo unas
pocas casas alrededor de la estación de trenes y el barrio Parque Cisneros, por
ejemplo, aún no había sido loteado. Como recuerda el historiador y vecino René
Arditi Rocha, el 28 de enero de ese año, el gobierno nacional le quitó a la estación
el nombre que recordaba a la nieta de Duncan Mackay Munro, administrador
general del ferrocarril, y en su lugar puso el del libertador cubano José Martí.
"El cambio fue determinado por el Ministerio
de Transporte de la Nación. En esa época modificaron los nombres de varias
estaciones del Gran Buenos Aires. En nuestro caso, tuvo mucha influencia un pedido
del embajador cubano Néstor Carbonell Rivero al general Juan Domingo Perón. El
diplomático conocía la zona porque su chofer vivía en la calle Verduga, entre
Céspedes y La Calandria", contó. Coincidencia o no, ese año se cumplía el
centenario del nacimiento de Martí.
Pero al cambio en el nombre de la estación
le siguió otro más significativo. El 10 de setiembre, el intendente Ovidio
Gardellini envió un proyecto al Concejo Deliberante pidiendo que también se
modifique la denominación del pueblo. Entre otras cosas indicaba que sería un
"homenaje a la nación hermana y un gesto de gratitud hacia aquel que todo
lo diera por su patria y nada reclamara para sí"
La propuesta fue aprobada 15 días después
por unanimidad. En la justificación del voto, los concejales hicieron
referencia a que "no existen antecedentes que justifiquen la persistencia
del nombre de Villa Adelina, y su cambio no deparará la lesión de ningún
antecedente histórico".
Lejos de todas estas cuestiones que hoy provocarían
una reacción popular, los vecinos de aquel entonces tomaron la noticia con
indiferencia. Uno de ellos era Humberto Argento, que ahora tiene 80 años y vive
en la misma casa de Paraná 5640 desde 1924. "En esa época había muchos baldíos,
quintas y potreros. No protestamos porque para nosotros siempre fue y será
Villa Adelina", explicó.
Carlos Iriarte, actual presidente del Concejo
Deliberante, tenía ocho años cuando Villa Adelina cambió de nombre. "Fue
algo que cayó por su propio peso y en la práctica no generó cambios. Ni los comerciantes
cambiaron su folletería ni los vecinos decíamos que éramos de José Martí. La modificación
sólo tuvo repercusión formal", expresó. Una de ellas fue el reemplazo del
cartel de la estación. "Colocaron uno nuevo de hormigón en los dos andenes.
Eran de color negro con letras y bordes blancos", agregó lriarte.
La vuelta al nombre original también se dio
de un día para el otro. "El 16 de diciembre de 1955, después de la caída
de Perón (a manos de la Revolución Libertadora), por resolución 254/55 del
Ministerio de Transporte se restituyó el nombre original a la estación Villa
Adelina", dijo Arditi Rocha. Tiempo después, el pueblo también volvió a
llamarse como antes. Se supone que fue por un decreto, porque no había Concejo
Deliberante, pero la fecha exacta se perdió junto a otros papeles de esa época.
Después, con los loteos masivos de la década
del '60 Y la pavimentación posterior de la mayoría de las calles, Villa Adelina
fue adquiriendo una imagen similar a la actual. El sábado festejó el 94° aniversario
de la llegada del primer tren con el sueño de convertirse en ciudad.
(Nicolás Kischner en Clarín Zonal San
Isidro-Pag. 12-Miércoles 2 de abril de 2003).
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